Yo elegí Italia porque quería aprovechar para conocer bien el país y aprender la lengua, pero también, evidentemente, porque el proyecto encajaba con el tipo de voluntariado que yo quería hacer. En mi caso estoy en Crotone, en Calabria (sur de Italia) y además de colaborar en un hostal, realizamos actividades con niños: talleres, laboratorios, clases de idiomas, actividades divertidas, etc.
La gente es maravillosa y tremendamente acogedora. Estoy muy feliz con mi elección. Además, afortunadamente no he tenido problemas en el aprendizaje de la lengua y todo ello ha hecho que me haya adaptado muy rápido y haya hecho muchos amigos.
Así que sí, puedo decir que mis expectativas se han cumplido con creces: estoy haciendo algo que me gusta y con lo que disfruto, he aprendido un idioma precioso, estoy visitando lugares geniales y empapándome de las tradiciones y la cultura italiana y conociendo a mucha gente. ¡La experiencia de mi vida!