Ya ha finalizado mi proyecto y con mucha pena me despido de Italia, el país que se ha convertido en mi segundo hogar tras vivir allí un año.
Ha sido una aventura superenriquecedora, con la que he ganado experiencia internacional y he podido realizar una humilde contribución a la sociedad con mi tiempo y esfuerzo con el voluntariado. He aprendido una lengua muy bonita, he visitado todo el país (¡sin sentirme una extranjera!), me he impregnado de su cultura y sus tradiciones y he hecho un montón de amigos que han hecho más fácil y bonita esta etapa. ¡Ha sido la experiencia de mi vida!