Después de un largo viaje desde las Islas Canarias, llegué al pequeño pueblo Korkeaoja, cerca de Kokemäki. La gente me recibió muy bien y me acostumbré rápidamente a mi nueva vida.
El trabajo que hago aquí es muy divertido y estimulante, y el entorno natural es precioso. Una de mis primeras tareas fue recoger manzanas de los numerosos manzanos de la granja. También estoy ayudando a plantar un jardín forestal y a fabricar compost ecológico.
Además de trabajar con plantas, también tengo la oportunidad de ayudar en proyectos de construcción, proyectos artísticos y cuidar de 3 preciosos caballos. Uno de estos proyectos es la construcción de una pequeña cabaña circular de madera y arcilla integrada en el jardín forestal.
En mi tiempo libre me dedico a explorar la naturaleza que me rodea y a organizar pequeñas escapadas turísticas, como mi reciente visita a Helsinki, una ciudad con mucho encanto y recomiendo visitar. Estoy deseando pasar los próximos 11 meses aquí y seguir disfrutando de esta experiencia tan especial.