Hola, soy Silvia y voy a contar un poco sobre mi experiencia como voluntaria en Chipre.
Hace más de un mes me fui a Chipre, concretamente, a finales de agosto, durante un mes a un
pequeño pueblo cerca del mar llamado Lysos.
Fue una experiencia increíble, donde me lo pasé super bien y conocí a mucha gente nueva de
otras partes de Europa, que ahora son mis amigos.
Además, también viajamos mucho por la isla, ya que teníamos todos los fines de semana libre.
Fuimos a Paphos, Lárnaca, Limassol, Ayia Napa, Troodos, Nicosia, e incluso a Chipre del Norte,
perteneciente a Turquía, donde visitamos Varosha (Famagusta), una ciudad abandonada.
En cuanto al trabajo, estuvimos recogiendo algarrobas, uvas e incluso pintando las vallas de
una iglesia y ayudando a los locales por la mañana. Lo bueno de esto es que teníamos todas las
tardes libres, y las aprovechábamos para ir a la playa, andando 2 horas o mediante autostop
(era bastante fácil allí y nos lo pasábamos muy bien haciéndolo), donde jugábamos a vóley, a
las cartas, y nos podíamos pasar las tardes en el Beach Bar.
Fue una experiencia de lo más increíble, que me gustaría volver a vivir al menos otra vez en mi
vida.
