Hola, soy Ángel, y mi experiencia en el voluntariado que escogí, fue en la Maison des Bateleurs, en Francia.
Viví momentos únicos, una vivencia en allí que recomiendo a todo el mundo.
Al principio, estaba un poco vergonzoso, tímido, pero a medida que fueron pasando los días, empecé a conectar con las personas que iba conociendo allí. Me sentía cada día mejor. El salir de mi zona de confort, el implicarme en el día a día en otro entorno que no es el mío, me hizo descubrir y ver que había otra forma de vida, de pensar, en el que todo se comparte, todos se apoyan, todos, que también se sentirían al principio tímidos, fueron abriéndose.
Descubrí en este voluntariado, que podía hacer cosas que nunca imaginé hacer, por eso pienso que es algo que cualquier persona debe hacer por lo menos una vez en su vida.